Hace ya más de un año que estuve de viaje por Marruecos. Fue una semana en Marrakech, en pleno Febrero, cuando por España y Europa entera hacía un frío del carajo.
Una amiga y yo solemos hace coincidir unos días de vacaciones para vernos, pues ambas residimos lejos la una de la otra, y este año pasado fue África el continente elegido.
Nos alojamos en el Riad Lapis-Lazuli (http://www.riadlapis-lazuli.com/) y la verdad que el trato fue exquisito. No tenemos ninguna queja, nos trataron como a marquesas, la terraza que tienen en su azotea está exquisitamente cuidada y las habitaciones estupendas.
Eso sí, nos costó un poco localizarlo en el mapa, pues no está cerca de la plaza Djemaa el Fna, está al norte de la Medina, pero a nosotras no nos supuso ningún inconveniente y además, estábamos lejos del ruido y bullucio, vamos, que volvimos encantandas.
De hecho, nada más llegar y de forma gratuita, Patrick (regente del Riad) nos acompañó desde este alojamiento hasta la plaza, guiándonos y mostrándonos el camino....¡todo un detalle!
Durante la semana visitamos la ciudad con calma, disfrutando del zoco más grande del Zagreb (también perdiéndonos, y mucho por sus callejuelas serpenteantes), degustando su consagrado té moruno y llenando el estómago con cous-cous y estupendas tajines.
Marrakech no cuenta con una infinidad de museos, digamos que lo mejor de la ciudad está en la calle, sus gentes...pero no dejamos de visitar la mezquita Ben Youssef y su homónima escuela coránica, también la mezquita Kutubia, el Museé de Marrakech y los Jardines Majorelle, además de otros muchos centros de interés turísticos y cómo no...La Menara.
También hicimos alguna compra en el Assouse Argane (http://www.assoussargane.com/) cerquita de la plaza y productos de buena calidad, ¡oiga!
Además, pudimos degustar del zumo de dátiles, delicioso, del Riad y también galería de arte "Dar Cherifa".
Desde luego, un lugar para volver.
Té de menta en la plaza Djemaa El Fna
Jardines Majorelle
Zumo de naranja, de dátil y panacota en Dar Cherifa
Una amiga y yo solemos hace coincidir unos días de vacaciones para vernos, pues ambas residimos lejos la una de la otra, y este año pasado fue África el continente elegido.
Nos alojamos en el Riad Lapis-Lazuli (http://www.riadlapis-lazuli.com/) y la verdad que el trato fue exquisito. No tenemos ninguna queja, nos trataron como a marquesas, la terraza que tienen en su azotea está exquisitamente cuidada y las habitaciones estupendas.
Eso sí, nos costó un poco localizarlo en el mapa, pues no está cerca de la plaza Djemaa el Fna, está al norte de la Medina, pero a nosotras no nos supuso ningún inconveniente y además, estábamos lejos del ruido y bullucio, vamos, que volvimos encantandas.
De hecho, nada más llegar y de forma gratuita, Patrick (regente del Riad) nos acompañó desde este alojamiento hasta la plaza, guiándonos y mostrándonos el camino....¡todo un detalle!
Durante la semana visitamos la ciudad con calma, disfrutando del zoco más grande del Zagreb (también perdiéndonos, y mucho por sus callejuelas serpenteantes), degustando su consagrado té moruno y llenando el estómago con cous-cous y estupendas tajines.
Marrakech no cuenta con una infinidad de museos, digamos que lo mejor de la ciudad está en la calle, sus gentes...pero no dejamos de visitar la mezquita Ben Youssef y su homónima escuela coránica, también la mezquita Kutubia, el Museé de Marrakech y los Jardines Majorelle, además de otros muchos centros de interés turísticos y cómo no...La Menara.
También hicimos alguna compra en el Assouse Argane (http://www.assoussargane.com/) cerquita de la plaza y productos de buena calidad, ¡oiga!
Además, pudimos degustar del zumo de dátiles, delicioso, del Riad y también galería de arte "Dar Cherifa".
Desde luego, un lugar para volver.
Té de menta en la plaza Djemaa El Fna
Jardines Majorelle
Zumo de naranja, de dátil y panacota en Dar Cherifa